miércoles, 23 de mayo de 2012

la usura, lo que esconde

¿Qué es el dinero?

A simple vista parece una unidad de medida, tomada como cantidad (de ahí algunas etimologías: libra, peso, onza, escrúpulo...) Sin embargo en su constitución también se incluyen medidas de tiempo o estabilidad (la permanencia de valor, su fluctuación... algo que los especuladores tienen muy en cuenta. De ahí los nombres de los 'otros dineros': futuros, derivados). Y una medida de relatividad o fluctuación, por la que se cuela el 'diablo': la variación de precios, las apuestas sobre las mismas... en fin, la práctica corriente de JP Morgan (es curioso que en esta caída final de JP, ahora a final de mayo 2012, nadie resalte la extraña etimología del nombre de su gerente mayor: J. Dimon). Conocida es la legendaria norma del antiguo Egipto que prohibía variar el precio de las cosas: el primer kilo de grano que salía del granero valía lo mismo que el último, así como la estabilidad del peso de metales (cobre y plata, sobre todo) en su intercambio. Y larga es la historia de las devaluaciones de precios, sobre todo desde la Edad Moderna, o la devaluación del peso o valor de las monedas, lo que hoy entendemos por hiperinflacción o burbuja. [Para una síntesis de esta evolución: Martín Lozano, "Génesis y desarrollo del capitalismo moderno" Alba Longa Editorial, 1996.]

¿Qué es la usura?

Una de las primeras lecciones de la Historia de para qué sirven las crisis, se cuenta en Génesis 47, (Jacob en Egipto), cuando José es elevado a ministro plenipotenciario y suceden los siete años de escasez: Habiendo reunido en graneros la producción de trigo de los años de abundancia, José comienza a practicar la acumulación de capital en la figura del faraón. Durante cuatro años vendió a los egipcios el trigo "y llegó a recoger a cambio de trigo todo cuanto dinero había en la tierra de Egipto". Al quinto año, ya sin dinero, vendió "a cambio de todos sus ganados". Al siguiente, "no se le oculta a nuestro señor que no nos queda más que nuestro cuerpo y nuestras tierras", "danos para sembrar y seremos nosotros y nuestras tierras exclavos del faraón". Y la solución de José: "Hoy os he comprado a vosotros y a vuestras tierras. Al tiempo de la recolección daréis el quinto al faraón y las otras cuatro partes serán para vosotros." De este modo se duplicó el tradicional 'diezmo' que venía establecido desde que Abrahám lo pagó a Melquisedec y reconoció su autoridad espiritual (Gen. 14,20). Es de notar en la lógica de esta historia que no sólo pagan el 20% de impuestos, sino además el 'rescate' de sus ganados o los medios de producción.
Tan clara debió ser la lección que en la ley mosaica ya se añaden los conceptos de 'jubileo' y 'usura': "Santificaréis el año 50 como jubileo y pregonaréis la libertad por toda la tierra para todos los habitantes de ella" (Lev 25). "Las tierras no se venderán a perpetuidad... Si empobreciere tu hermano y te tendiere su mano, acógele y viva contigo como peregrino; no le darás tu dinero a usura ni tus bienes a ganancia." Y en recopilaciones posteriores se introduce una variación sobre esta remisión jubilar o sabática, causa de muchos males modernos: "Todo acreedor que haya prestado, condonará al deudor lo prestado; no lo exigirá ya más a su prójimo, una vez publicada la remisión; podrás exigirlo del extranjero, pero no de tu hermano, al que harás la remisión, para que no haya entre ti pobres... y prestarás a muchos pueblos y no tendrás que tomar prestado de nadie; dominarás a muchas naciones y ellas no te dominarán a ti" (Deut 15). Ésta es la situación de los 'Mercados Internacionales'. Una brecha insalvable entre 'los nuestros' y 'los extranjeros' escondida en un mundo que proclama como base de la globalización el mercado único. Permitan la ironía sagrada.

CANTAR XLV. Con Usura







Ezra Pound

Con usura no tiene el hombre casa de buena piedra
Con bien cortados bloques y dispuestos
de modo que el diseño lo cobije,
con usura no hay paraíso pintado para el hombre en los muros de su iglesia
harpes et lutz (arpas y laúdes)
o lugar donde la virgen reciba el mensaje
y su halo se proyecte por la grieta,
con usura
no se ve el hombre Gonzaga,
ni a su gente ni a sus concubinas
no se pinta un cuadro para que perdure ni para tenerlo en casa
sino para venderlo y pronto
con usura,
pecado contra la naturaleza,
es tu pan para siempre harapiento,
seco como papel, sin trigo de montaña,
sin la fuerte harina.
Con usura se hincha la línea
con usura nada está en su sitio (no hay límites precisos)
y nadie encuentra un lugar para su casa.
El picapedrero es apartado de la piedra
el tejedor es apartado del telar
con usura
no llega lana al mercado
no vale nada la oveja con usura.
Usura es un parásito
mella la aguja en manos de la doncella
y paraliza el talento del que hila. Pietro Lombardo
no vino por usura
Duccio no vino por usura
ni Pier della Francesca; no por usura Zuan Bellini
ni se pintó “La Calunnia”
No vino por usura Angélico; no vino Ambrogio Praedis,
no hubo iglesia de piedra con la firma: Adamo me fecit.
No por usura St. Trophime
no por usura St. Hilaire.
Usura oxida el cincel
Oxida la obra y al artesano
Corroe el hilo en el telar
Nadie hubiese aprendido a poner oro en su diseño;
Y el azur tiene una llaga con usura;
se queda sin bordar la tela.
No encuentra el esmeralda un Memling
Usura mata al niño en el útero
No deja que el joven corteje
Ha llevado la sequedad hasta la cama, y yace
entre la joven novia y su marido
Contra naturam
Ellos trajeron putas a Eleusis
Sientan cadáveres a su banquete
por mandato de usura.

Lo que esconde la usura

Espero la aparición del siguiente libro de Vazquez Figueroa, según él se llamará Codicia, porque arroje más luz sobre la base de la usura. Ayer le oía en una entrevista describir la codicia "como el pecado capital que no tiene fin, nunca se sacia, nunca se satisface".
En la base de la usura hay un doble engaño: una apropiación indebida de lo ajeno y un autoengaño. Lo primero se llama robo, con agravante de provocar pobreza; lo segundo adicción patológica: nunca se sacia.
La historia jurídica moderna de la usura en España comienza en 1908 (llamada 'Ley Azcárate', véase Desarrollo de la jurisprudencia desde la promulgación de la Ley, el 23 de Julio de 1908). La última derogación parcial es la Ley 1/2000, de 7 de enero, de Enjuiciamiento Civil.
En resumen se mantiene en 2 presupuestos:
1. Interés notablemente superior al normal del dinero y manifiestamente desproporcionado con las circunstancias del caso.
2. Préstamo en condiciones tales que resulte leonino, habiendo motivos para estimar que ha sido aceptado por el prestatario a causa de una situación angustiosa, de su inexperiencia o de lo limitado de sus facultades mentales.
La Ley Azcárate no establece un tipo de interés concreto sino un criterio a partir del cual se pueda considerar el interés como usurario: que el interés sea manifiestamente desproporcionado. Ese criterio establecido por la ley Azcárate sigue vigente. En base a dicho criterio, la jurisprudencia actual del Tribunal Supremo viene considerando usurarios los intereses que oscilen entre el 30% y el 40%, dependiendo del caso en cuestión.

En 1923 el escritor colombiano Antonio José Restrepo publicó el libro de 340 páginas y elocuente título: "Contra el cáncer de la usura : indagacion acerca de la carestia exorbitante del dinero en Colombia ; explicacion del fenomeno y sus causas ; remedios que oferece la ciencia contra ese mal empobrecedor, y critica aguda a los medios propuestos por los banqueros nacionales para curarlo". Casi inencontrabe.

Pero todas estas reflexiones se quedan pálidas ante el cariz tomado por la macroestafa mundial del mercado de derivados:
Top Derivatives Expert estima el tamaño del mercado global de Derivados en $1,200 Trillion Dollars … 20 veces mayor que la economía global.
Sumada a la macroestafa de la emisión fraudulenta de dinero por la Reserva Federal y demás Bancos Centrales:
Véase Financial Tyrany, de David Wilcock. Hay traducción en curso en español aquí.
Mejor lo explica una niña de 12 años:



[continuará]

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